Desde hace un buen tiempo comprendí que la educación formaba una parte importante de mi vida... Comprendí de a poco que educar no es sólo tomar lápiz, papel y libros, que un docente no lo es sólo por llevar siempre tizas y borrador en su bolsillo...
Creo observé todos los maestros y docentes que me rodeaban, estudié inconscientemente sus gestos, formas de ser y de dar clases, para ir formando en mí un prototipo de aquel docente ideal que me gustaría encontrar a lo largo de mi instancia en la educación primaria y secundaria... Así cree en mi imaginación un gran puzzle de partes diferentes pero compatibles hasta formar en mi mente aquel docente casi perfecto que cubriera todas mis expectativas... Pero cansada y un poco desmotivada por la dificultad de encontrarlo en la realidad, decidí hacer algo más importante... dejar de buscar, y emprender el camino para acercarme yo a esas cualidades en la medida que me fuera posible.
Así fui formando mis ideales, esos que son cimientos de todo aquello cuanto uno pueda proponerse; y en el camino de mi sueño que recién estaba comenzando, me encontré con las injusticias del mundo y fundamentalmente del hombre... de nosotros los supuestamente animales más perfectos de todos, los seres humanos...
Fue allí donde fui por primera vez consciente de una de las cosas que sí es maravillosa en los seres humanos, el pensar... Un pensamiento que puede recorrer cosas bellas y las más bajas que suceden a causa de nuestra culpa en el mundo... un pensar mio y no de otros, un pensamiento que ya no se impone, que no está a cargo de nadie más que de sí mismo...
Fue allí -y sin duda por una multiplicidad de causas más que no me daría una hoja entera para escribir- donde comprendí que mi lugar era la educación, la educación de niños y jóvenes, mi ayuda para el ejercicio de su razón... Para ser más claros, especialmente la educación de la Filosofía.
Y hablo de la Filosofía no como aquella que quiere imponerse a todos para aprender de memoria autores, conceptos y temas, sino como aquella que va más allá... que complique lo que conocemos o lo que creemos conocer, que haga reflexionar sobre quiénes somos y qué pretendemos ser... una Filosofía que no hable de "una" historia, de "un" mundo o de "los" seres humanos, sino que hable de nosotros y de el que es nuestro mundo; porque hoy ya no nos sirve abrir la ventana y observar qué sucede... hay que salir, incluirse, animarse a mirar el afuera siendo consciente de que yo también formo parte de él!!
A todo esto, me doy cuenta de que todos y cada uno de nosotros formamos parte de un sistema, un sistema que a veces o a algunos incluye y otras que tantas veces me da la espalda a mí o a los demás... cuántas veces sentimos que el mundo nos da la espalada o nos pone piedras en el camino para avanzar!! El problema es que el mundo, el sistema al que yo llamo, no es más que un mundo creado por todos nosotros, que alimentamos y cosechamos todos los días sin ni siquiera pensar... Y así excluimos a tantos ¿verdad? por pensar diferente, por el color de piel, por ser muy joven o muy viejo, por ser o muy gordo o muy flaco, o muy alto o bajo, por no saber hablar o no poder ver, porque se es hombre o mujer, por determinadaorientación sexual, por formas de vestir... por llevar determinado tipo de sangre en las venas...
Ahora bien, ¿quiénes quedan por fuera de todo ello? ¿acaso hay algún ser perfecto y mejor que todos ellos que tenga derecho de excluir a los demás?...
Nosotros, todos y cada uno de nosotros somos quienes creamos las diferencias, quienes las alimentamos y les damos poder de seguir establecidas en la sociedad...
Con todo ello, conjuntamente y de la mano a mi gran interés por la educación y Filosofía es que me motiva el hecho de ayudar a los demás, es decir contribuir en lo que esté a mi alcance con aquellos que todos los días nosotros hacemos sentir diferentes, solitarios... así es que comenzó mi interés por aprender lenguaje de señas.
No existe un mundo aparte al de "nosotros" los que oímos y emitimos palabras oralmente de "aquellos" que no pueden hacerlo; nuestro mundo es NUESTRO, no debe existir diferencia y límites que nos separen entre unos y los otros, así como con quién sea...
Así es como comenzó mi más grande sueño o mejor dicho objetivo -no me gusta llamarle sueño pues parece algo casi inalcanzable y lejano- que es la educación, la educación de la filosofía y más específicamente -el cual me he motivado este año- la idea de la educación especial de la Filosofía. Cómo he dicho en anteriores ocasiones, creo tengo un gran, largo y difícil camino por delante para cumplir estos objetivos que recién están aflorando en mí y que paso a paso he comenzado en mi carrera, pero creo valerá la pena el esfuerzo y el camino arduo pero importante que me espera...
Unir filosofía y educación especial me parece de suma importancia en todos los sentidos... No sólo contribuirá hacer más igual al mundo que cubrimos de nuevas diferencias cotidianamente sino que como siempre he dicho, seremos conscientes de que para pensar y filosofar no se necesitan palabras orales, sino simplemente un ser humano que sea comprendido, acompañado, e incluido a un mundo que aunque a él pertenece, aún se le niega, para que haga así un uso confiado y libre de su razón.
Stefanie Riani