lunes, 20 de diciembre de 2010

La soledad...


Nacimos en noches soleadas o quizás en días oscuros,

crecimos creyendo en que somos únicos y perfectos,

en que nadie será igual a cada uno de nosotros.

Nos apoderamos del mundo, de las cosas y de los hombres,

anhelamos un mundo de prestigio, objetos y personas a las que quizás jamás alcanzamos...

Creemos tenerlo todo, estar incluidos en una familia, una sociedad,

pero ni ello, ni tener miles de seres queridos nos quita la soledad que nos acecha.

Estamos solos, solos en un país, en un mundo que creemos conocer,

diminutos en un Universo en el que mi existencia no tiene ni la menor importancia...

Somos apenas una milésima parte de lo que querríamos ser y de lo que quieren que seamos,

no somos ni siquiera una estrella visible en el firmamento,

apenas un grano de arena o una gota de agua del Océano Pacífico...

Estamos tan solos, solos y abandonados, que buscamos amigos, amores,

consuelo y abrazos por una soledad que nos invade el alma diariamente y que no sabemos enfrentarla.

Solos, solos... más solos que un hombre desamparado en el desierto,

que una estrella fugaz perdida en el cielo...

Soy yo, mi soledad, tan sólo mi pensamiento, mi sombra y yo en una triste agonía,

una soledad que me invade y me aprisiona el alma día con día...

podré tenerlo todo, pero la soledad es siempre mi única compañía.


Stefanie Riani

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